jueves, 6 de febrero de 2014

We want the world and we want it now!

Hay cosas conocidas y cosas desconocidas, y en el medio están The Doors...


Esta entrada hablará sobre los Doors, sobre las puertas para atravesar al otro lado, al lado oscuro, aquellas puertas de la percepción que atravesó Jim Morrison, a aquel lugar del que jamás volvió.
La historia de The Doors empieza cuando dos estudiantes de cinematografía deciden, en la playa de Venice, formar un grupo de rock.  James Douglas Morrison, con una voz profunda canta a Ray Manzarek, uno de sus poemas, Moonlight Drive.

Desde ese momento y junto con John Desmore y Robbie Kriger, se forman The Doors, nombre proveniente quizás de la obra de William Blake “Cuando las puertas de la percepción se abran, el hombre verá las cosas como realmente son, infinitas:", o bien de la obra de Aldux Huxley "Las puertas de la percepción”  obra plagada de experiencias con alucinógenos.
Morrison, un apasionado de la cultura de los indios, del peyote del desierto de Texas y, como buen rockero, del LSD y la marihuana, se veía así mismo como un chamán, un hechicero, un guía espiritual que ha venido para enseñar al mundo el otro lado.
  "Me gusta cualquier reacción que puedo lograr con mi música. Lo que sea que haga a la gente pensar. Me refiero a que si puedes hacer que una habitación llena de gente borracha y drogada pueda despertarse, estás haciendo algo."
La película, The Doors, nos enseña toda la historia de uno de los mejores grupos de rock que ha existido y nos inunda de toda esa locura genial e inexplicable de este poeta, músico y ángel llamado el rey lagarto, Jim Morrison.
"Muéstrate a ti mismo ante tu más profundo miedo; después de eso, el miedo ya no tiene poder y eres libre."